domingo, 28 de octubre de 2007

NO COMPREMOS EL ÉXITO, VIVÁMOSLO....

Todos los seres humanos somos imitadores. De eso no hay duda. Desde que nacemos, copiamos desde los mismos rasgos físicos de nuestros padres, hasta su hablado, su manera de hacer las cosas e incluso sus defectos. Luego llegamos al colegio y empezamos a imitar a nuestros amigos y lo que vemos en la tele, etc...Pero luego nos damos cuenta de que la vida no es tan fácil. Existen reglas imaginarias rigiendo la vida del ser humano. Patrones que todos siguen como leyes Sin darnos cuenta, sin que lo pidamos y sin que nos lo impongan nos vemos sumidos en un sistema donde donde hay conceptos de belleza, de bondad, de maldad, y el más atemorizante de exito.

El exito es algo personal. Muchas personas lo relacionan con el dinero . La vez pasada mi amigo me contaba acerca de su experiencia en la capacitación en su trabajo de "call center". Decía que la señora los motivaba a trabajar de manera en que desearan vivir alli. Según ella los mas "exitosos del lugar" eran aquellos trabajando horas extras sin parar. Había un señor, quien pasaba todo su fin de semana sentado enfrente de la computadora, recibiendo llamadas de gringos abusivos todo el día. Claro el señor con sus horas extras, lograba más dinero incluso que el mismo gerente general del lugar. La capacitadora mencionó la razón por la cual el hacía tremendo sacrificio. El era un recién casado, y quería brindarle una vida de glamorosa a su esposa. Ganaba incluso aveces hasta 1,800 quetzales en un fin de semana. ¿Y su matrimonio? ¿En donde queda si se la pasa todo el día enfrente de una computadora?
¿ Estaría Él casado con dicho aparato?
Así, hay miles de personas, quienes viajan al exterior buscando una "mejor vida". Aquel milagro que les abra las puertas de la felicidad. La vida es dura, de eso no hay duda, pero existen muchas cosas a nuestro alrededor que valen mas que millones de billetes y lo peor es que es costosísimo que los seres humanos se den cuenta de ello.

Lucha por tu milagro, pero date cuenta de que tuviste oportunidad de ver hoy el amaecer, de saludar a tu madrecita, de tomar un café, de escuchar tu canción favorita. Toma esas pequeñas cosas como milagrosas y te seguirán cayendo del sielo, pero mientras más desees, especialmente hablando de cosas materiales, menos satisfecho te sentirás de tu entorno.

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